El jardin secreto

jardin secreto

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

Luego de ausentarse durante todo el semestre el licenciado Antonio García trataba de explicarnos, a través de una serie de tics y tartamudeos que lo hacían semejarse a un payaso mecánico descompuesto, que debíamos sacar copias al juego de hojas engrapadas que blandía ante los ojos atónitos del grupo. Seguir leyendo

El niño de Antares

Extraño objeto volador avistado en los cielos de Chihuahua.

Extraño objeto volador avistado en los cielos de Chihuahua.

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

I

Todo ocurrió en octubre del año 2005, mes brujo por excelencia. Salí de mi trabajo en la Presidencia Municipal y me encontré a Eduardo Arredondo, crítico de rock y locutor de radio: Seguir leyendo

Alejandro Lee y el bullying

Los extraños objetos que aparecen en la imagen no son los testículos petrificados de un rinoceronte albino, sino un par de guantes de box (nota del editor).

Los extraños objetos que aparecen en la imagen no son los testículos petrificados de un rinoceronte albino, sino un par de guantes de box (nota del editor).

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

Desde que entré a la Secundaria 3015 la mayoría de los estudiantes me odiaron, sentimiento que, por mi parte, terminó siendo ampliamente correspondido. La rabia que me dedicaban probablemente se debía a una de las siguientes explicaciones: Seguir leyendo

Los pistoleros

pistoleros

A Western Story

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

Gabriel Ávila y Juan Campos bajaron del vehículo para encargar unas hamburguesas en un puesto callejero.

—Dos hamburguesas con mucha salsa —encargó Gabo mientras lucía una pistola fajada en la cintura. El hamburguesero se apresuró a servir la orden al ver el arma y el rostro de sargento mal pagado de Gabriel: nervioso envolvió el pedido mientras Juan Campos, quien vestía una cazadora de piel negra, lo vigilaba hierático detrás de sus gafas oscuras. Seguir leyendo

El estanque

El estanque de el rancho El Refugio, en Temósachi, Chihuahua.

El estanque de el rancho El Refugio, en Temósachi, Chihuahua.

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

La vieja tina flotaba precariamente en el estanque con Laura, Tito y Ricardo a Bordo. Yo los miraba sentado en la boca del pozo.

—¡No te muevas tanto! —le dijo Laura a su hermano mientras utilizaba un palo a modo de pértiga.

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El velo ingravido

el velo

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

Mi novia y yo nos encontrábamos en la cafetería de la Facultad de Filosofía y Letras: yo devoraba una torta de lomo de puerco con salsa verde picante y ella uno de esos vasitos llenos de yogurt, granola, pasitas y demás porquerías que comen las mujeres, fingiendo que lo disfrutan para hacernos sentir unos cavernícolas. Seguir leyendo

Carta a Hobbes

hobbes

Destinatario: Thomas Hobbes, Doea Lea, Derbyshire, Hardwick Hall.

Remitente: Elko Omar Vázquez Erosa, Chihuahua, México.

Queridísimo Thom:

Me encontraba bebiendo una copa de merlot y fumando un cigarrillo cuando se me ocurrió hojear algunos pasajes de tu deliciosa obra, El Leviatán, donde expones algunos puntos de gran interés que me gustaría comentar contigo:

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El terrorista

terrorista

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

El peligroso terrorista, Claudio Menchaca, se agitaba desesperado entre las férreas manos de uno de los escoltas del ilustre gobernador de Rancholandia, don Epifanio Alatorre. El coloso sostenía al malvado perturbador del orden social por el cuello de la camisa y del cinturón: el pantalón se encajaba cruelmente entre las nalgas del criminal, quien se balanceó tres veces antes de salir despedido a la cinta asfáltica, donde rodó miserablemente. Otro de los escoltas apareció en la puerta de la cantina “La Oficina” sosteniendo en alto, como un héroe de la antigüedad, la silla de ruedas del enemigo público en cuyo castigado cuerpo fue a parar el pesado armatoste. Seguir leyendo

Acerca del Tonayan

Tonayan

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

—Así que van al estanque a platicar de literatura. ¿Y qué llevan para beber? —nos preguntó mi tío Elco a Miguel y a mí, ya que nos encontrábamos de visita en el rancho “El Refugio” para tomarnos unas vacaciones literarias, en contacto con la naturaleza. Miguel abrió una mochila donde brillaban como rubíes unas latas rojas de cerveza, aderezadas con trozos de hielo que semejaban diamantes. Seguir leyendo