Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Antiguamente los dioses vivíamos del incienso, de pintorescos sacrificios que implicaban un cuchillo de obsidiana para acariciar tu axila, siempre sedientos de tu corazón. Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Antiguamente los dioses vivíamos del incienso, de pintorescos sacrificios que implicaban un cuchillo de obsidiana para acariciar tu axila, siempre sedientos de tu corazón. Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Había un calor espantoso y yo caminaba bajo los ardientes rayos del sol, que caían como plomo fundido y bla, bla, bla (favor de agregar los clichés de su gusto). Seguir leyendo