Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Luego de la derrota amorosa que le costó un escándalo, un duelo y un proceso judicial, el exquisito poeta, sir Óscar Lindsey, se retiró a sus posesiones, en las tierras altas de Escocia.
Desde entonces el aristócrata se dedicó a vaciar la cava que su tío Wallace, el anterior amo de la ruinosa mansión, llenara con tanto cariño, y con una copa en la mano dividía su tiempo entre la ociosa contemplación del fuego y la lectura voraz de los libros.
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