Por: Elko Omar Vázquez Erosa
I
—Hijo, bájale a las tortillas: te estás poniendo gordo —dijo mi mamá y yo me enojé.
—¿Qué? ¿Gordo yo? ¿Pero qué te pasa, mamá?
—Bueno… llenito. Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
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—Hijo, bájale a las tortillas: te estás poniendo gordo —dijo mi mamá y yo me enojé.
—¿Qué? ¿Gordo yo? ¿Pero qué te pasa, mamá?
—Bueno… llenito. Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Ratón dormía bien rico. Estaba soñando con Britney Spears cuado sintió que le jalaban las patas, lo sacaban de la cama y le gritaban: Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
El peligroso terrorista, Claudio Menchaca, se agitaba desesperado entre las férreas manos de uno de los escoltas del ilustre gobernador de Rancholandia, don Epifanio Alatorre. El coloso sostenía al malvado perturbador del orden social por el cuello de la camisa y del cinturón: el pantalón se encajaba cruelmente entre las nalgas del criminal, quien se balanceó tres veces antes de salir despedido a la cinta asfáltica, donde rodó miserablemente. Otro de los escoltas apareció en la puerta de la cantina “La Oficina” sosteniendo en alto, como un héroe de la antigüedad, la silla de ruedas del enemigo público en cuyo castigado cuerpo fue a parar el pesado armatoste. Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
La culpa se la tienen Robert E. Howard, Jhon Millius, Roy Thomas, Jhon Buscema (creador, director de la película, guionista y dibujante del cómic de mi héroe Conan el bárbaro, respectivamente), Homero, las novelas de caballería (que casi me volvieron loco, como a don Quijote), el Cancionero Español, Constantino Kavafis y mi hermana Alicia. Me explico: Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
I
El gobernador constitucional de Rancholandia, don Epifanio Alatorre, se llevó a la boca un taco de barbacoa, que despachó de dos mordidas mientras hojeaba el resumen de prensa que le había preparado el director de Comunicación Social, Víctor Gómez. Sus ojillos porcinos se fijaron en uno de los encabezados, así con tantas mayúsculas: “Molestia entre Usuarios de Transporte Público”. Seguir leyendo
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Trabajábamos en la planta baja del Palacio Municipal en el Departamento de Comunicación Social. Para nuestra mala suerte los baños públicos se ubicaban a unos pasos de nuestra oficina, que habíamos bautizado como “La Cloaca”. Seguir leyendo