Acerca de los vecinos cristianos

acerca de los vecinos cristianos

Por: Elko Omar Vázquez Erosa

Ratón malo, que es bien malo, se fue al Oxxo (un mini super, por aquello de los lectores extranjeros) blandiendo dos envases de cerveza vacíos, a fin de llenarlos.

A su regreso Ratón malo se encontró con la novedad de que su vecino de enfrente, un tipo de esos que se parecen a Norman Bates lo esperaba, encabronadísimo.

—Caballero —me dijo el tipo— ¿Sabe usted el daño que le provoca al medio ambiente?

Él se refería a que la válvula no funcionaba, a que le abrí al agua y que se derramó algo del tinaco, y es que precisamente había ido a buscar a un plomero para arreglar el asunto.

—Lo lamento tanto, señor, pero ahorita viene el plomero y arreglará ese enojoso desperfecto.

—Caballero —me dijo el tipo—. ¿Sabía usted que el infierno huele a alcohol? ¿Sabe usted el daño que le hace no sólo a su cuerpo sino a su alma inmortal?

—Uf, no sabía, con permiso.

—No se lo permito, señor, no se lo permito. Usted no puede entrar a su casa hasta que haya escuchado el mensaje de Cristo.

Su esposa nos atisbaba desde la reja, orgullosísima de su marido. Era (es) una tipa de esas que parece que algún forzudo les aprieta las sienes para que los ojos enormes les salten como canicas.

—Permítame, por favor, entrar a mi domicilio.

—No se lo permito hasta que usted diga que Cristo es el señor.

Ufa, Ratón malo dejó las cervezas a un lado, tomó al tipo de las solapas y le dio un golpe con la cabeza, luego lo agarró de la fajilla del pantalón y del cuello de la camisa, y le dio volantín. El tipo se cayó, y a Ratón malo se le antojó darle una patada en el culo.

Ratón malo recogió sus botellas de cerveza mientras la tipa de enfrente, agarrándose de las rejas y, a punto de salírsele los ojos, gritaba:

—¡Desgraciado! ¡Desgraciado! ¡Desgraciado! ¡Maldito pagano satánico!

Ratón malo, bien bonito, cruzó la reja, agarró apresuradamente la jaula del Verdoso (mi canario, a quien la Ratona bautizó así) y se metió a casa, muy angustiado.

Hoy por hoy, pobrecito Ratón, cada vez que va al Oxxo se enfrenta con los ojos inquisitivos de los vecinos cristianos que, agarrados de las rejas, lo vigilan, y como que sienten lástima por Ratón y ya lo están viendo en el infierno.

 

2 respuestas a “Acerca de los vecinos cristianos

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