Por: Elko Omar Vázquez Erosa
I
Me encontraba frente al Facebook, escribiendo un montón de majaderías y peleándome con los comunistas mientras escuchaba The Valley, de Diary of dreams, cuando me di cuenta de que se habían acabado los cigarrillos y el licor.
Fui al Oxxo y habían puesto a un tipo feo, antipático y torpe: le pedí dos cajetillas de Marlboro Light, de esos cigarrillos chiquititos, una botella de aguardiente y unos cacahuates.
—Son 206 pesos —me dijo esa garrapata con un bigotillo espantoso —. ¿Traerá los seis pesos?
Sí que los traía; pero no me dio la gana dárselos. Continuar leyendo