Lo que le espera a mama Ratona

Por: Maribel R.

lo que le espera a mamá ratona

Ratón ya no es tan chiquitín, así que su mamá decidió irse de vacaciones al campo y pensó que sería bueno dejarlo solo un tiempillo. La ratonera no era muy vieja, pero había unas puertecitas que necesitaban de un arreglo ya que dejaban pasar algo de frío.

Mamá Ratona lo dejó todo limpio y ordenado y con la despensa bien provista, así que se fue bien contenta a visitar a unos parientes del campo.

Ratón se quedó solo y feliz porque andaría a sus anchas y estaría bien cómodo.

Él escribe y escribe en su libreta de aventuras, bien feliz. Come cuando le entra el hambre, a veces ni come y sigue escribiendo. Se duerme sólo de muy agotado.

Pasan los días y el desorden empieza a habitar en la casa: platos sucios, ropa tirada por doquier, folios esparcidos, lápices rotos (uf, le encanta morder los lápices), así que Ratón decide mudarse a otro cuarto y seguir plasmando sus ideas, a veces estrafalarias, en la libretita que tanto adoraba; pero todo se le acumuló y Ratón no sabía qué hacer, por dónde empezaría a poner orden en todo aquel caos.

La leña se había agotado, la luz se la cortaban por momentos, y hacía un frío del demonio. También tenía mucha hambre pues se le agotaron las provisiones y no quería cocinar (entre nosotros, él dice que es de ratonas eso de la cocina).

Ratón cogió su ciclomotor y su casco y se fue a comprar algo de comer. Llegó con una gran bolsa de comida enlatada, ¡ja! Se lo pasaría todo el mes con esas comidas con sabor a plástico y metal; pero llegó un momento en que también se agotó el gas y ya no podía calentar sus latas de comida fácil, y asquerosa… ¡buah!

Ratón estaba atrapado: su mamá llegaría en pocos días, la ratonera estaba impresentable y él congelado de frío.

Decidió meterse al único cuarto que quedaba limpio y abrigarse bien bajo un montón de cobijas. No quería salir de allí, estaba atemorizado.

—¡Tengo que pensar! —se decía—. ¿Cómo le hago para poner todo esto en orden sin apenas coger frío? ¡Uf, está difícil! Lo mejor va a ser que le diga a mamá que estuve muy enfermo… no, mejor tiro todo dentro de sacos de basura y digo que nos han robado… no, tendría que comprarlo todo de nuevo.

“Pues va a ser que voy a tener que buscar el manual de instrucciones para manejar la escoba y el paño. ¡Uf!”

“Ahora sí sé para qué sirven las mamás… para que sus nenes no tengan que afligirse pensando en cómo lo hacen ellas para mantener todo limpio y organizado”

“¡Pero no voy a limpiar! No, no y no… se ha dicho.

2 respuestas a “Lo que le espera a mama Ratona

  1. Pingback: En defensa de Raton | Voluptuosidad es la palabra

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