Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: En realidad estaba muy enojado por todas esas injusticias y tenía a honra escandalizar a la gente; ya sabes que no pude firmar la sentencia de mi suegra, si bien se lo merecía.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Ya sé, lo mismo me ha pasado con la gente que he odiado: es que somos espíritus muy vivos y capaces, como diría Balzac, de cometer 20 estupideces por día; quizá los hombres de genio deberíamos llevar, por ejemplo, una libretita, para ver dónde se van los gastos y esas pequeñeces burguesas.
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Pero el delirio…
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Creo que nos falta disciplina —autodisciplina—.
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Acaso la rabia nos hace así.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: ¿Cómo?
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Unos tíos extremos buscando siempre incendios, alaridos, marchas triunfales con caballos blancos bajo una lluvia de pétalos de rosa, y todas las bailarinas de Babilonia: una borrachera de sueños delirantes y perfumes.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: (Emoticón con carita sonriente).
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Tendríamos que darle por saco a todos los mediocres que tanto nos molestan.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Sí, estoy tentado.
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: A veces quisiera ser una máquina enorme para moler carne y producir con ellos comida para perros.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Ciertamente dan ganas; pero…
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Oye.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Dime.
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: La próxima vez que tú y Alfred hagan un viaje a través del tiempo, ¿podrías traerme el juego ese de Conan? Sabes que me quita el estrés eso de guerrear en la Era Hiboria, si bien no he podido ganarle al maldito mago en el último nivel.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: ¿Todavía sirve la batería solar? En tanto estamos chateando veo que te sigue funcionando la URL que te permite utilizar ese satélite alienígena que parece un cacharro.
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Sí, todavía.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Me alegra tanto.
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Oye.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: ¿Sí?
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: ¿Crees que tendremos redención? No me refiero a esas cosas de la Iglesia Católica; pero ya sabes: el concepto de hibris.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Yo espero que sí: si existe algo al otro lado del silencio debería haber la oportunidad de redimirte, igual si no hay nada. Ya lo decía Ortega y Gasset: «el hombre es él y sus circunstancias»:
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Yo ya no puedo.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Quizá ya lo hiciste en otra dimensión e incluso en ésta.
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Quizá. A veces pienso…
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: ¿Qué?
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Que hubiera bastado un gabinetito, al amor de la lumbre (una mujer tan audaz como nosotros), y nuestra enorme imaginación.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: Y quizá cuando llegó…
Donathien Alphonse Françoise, marqués de Sade: Ya sé: no supimos reconocerlo.
Elko Omar Vázquez Erosa, duque de la Noche y amo del Crepúsculo: A veces pienso lo mismo.