Por: Elko Omar Vázquez Erosa

Cuando trabajábamos en Televisa, Chihuahua, mi camarógrafo Juan Campos y yo fuimos comisionados para realizar la nota del Día de los Santos Inocentes. Treinta años atrás se había soltado un rumor en Chihuahua de que el Cerro Grande, emblemático de nuestra ciudad, estaba lleno de agua en ebullición y que estallaría en cualquier momento.

Juan y yo recordamos la anécdota y filmamos el Cerro Grande. Yo aparecí a cuadro advirtiendo que un volcán en la lejana ciudad de Puebla estaba en erupción y que una vena de lava llegaba hasta Chihuahua por lo que el Cerro Grande haría erupción.

Completamos la broma metiendo unos efectos especiales muy básicos por medio de una computadora y en el noticiario se podía ver un despliegue de fuegos artificiales, como los que sueltan las luces de bengala: ante imagen tan burda pensamos que nadie lo creería y que sería cosa de risa; pero los teléfonos comenzaron a chillar.

—¡Señorita! ¡Acaban de dar a conocer que el Cerro Grande entrará en erupción en cualquier momento! ¡Estoy evacuando a mi familia! ¿Qué parte de la ciudad es segura?

—¡No, señor, no! ¡Se trata de la broma del Día de los Santos Inocentes!

—¡Malditos sean! ¡No pueden jugar así con las personas!

Y es que la gente suele creer cualquier tontería que aparece en la televisión y en los periódicos.