Por: Elko Omar Vázquez Erosa
A veces me falta el aire; a veces mi mundo se llena de angustia cuando me despido de ella.
Sin Ratona el mundo es tan difícil.
Sin sus suaves palabras.
Sin sus dulces pensamientos.
Sin Ratona.
Por eso hay días en los que, mirando el crepúsculo lluvioso y escuchando el ladrido de los perros y mirando las luces lejanas de la ciudad que se finjen otra ciudad, me pongo mal…
Ratona: una palabra encantada, un bello rostro en la distancia, una mujer llena de sueños y ensueños que, acorde con los míos, me arrebatan.
Ratona siempre en mis pensamientos, en mis canciones, en mis poemas y en cada una de mis palabras.