Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Como si fueras un juguete, me gustaba tocar con la yema de los dedos tu textura y pasaba las horas contemplándote, presumiéndote.
Como si fueras un juguete —el más bello, el más precioso— y yo, un niño egoísta que no consiente ni siquiera, la mirada de otros ojos en su posesión. A veces, harto de jugar, bastaba tu silueta recortada en los paisajes más diversos, compararte con el resto de la colección. Como si fueras un juguete, al llegar el sueño te abrazaba con fuerza y cuando tenía que dejarte, procuraba mantenerte lejos de los intrusos, insospechada, segura en algún rincón. Como si fueras un juguete —el más bello, el más precioso— y yo, un niño que lo pierde antes del fastidio. Modelo: Janet Vera

Pulsar imagen