Por: Luis Arcas González
Febrero a mayo de 2018
En el capítulo anterior los lectores nos enteramos de que Luis Arcas González acudió al restaurante Victoria 57, de Córdoba, lo que le permitió acceder al Nirvana: tantos fueron los celestiales goces de que disfrutó este ínclito varón que hasta olvidó su clave de Facebook, por lo que Liz Camacho y yo nos dimos a la tarea de recuperar su cuenta; lo anterior explica que Luis no haya publicado entre febrero y mayo de 2018.
9 de junio de 2018
Heme aquí, nuevamente.
Sigo vivo, pese a quienes le pese.
Gracias a aquellas personas que habéis preguntado por mí, supongo que algunos para cerciorarse que estaba enterrado… pues aún no, que mañana no lo sé.
Mujeres desesperadas, tranquilas que volveré a aconsejaros. Fanáticos del absurdo, volvéis a contar conmigo, no os suicidéis. Fumadores… yo más. Alcohólicos, contad conmigo. Filósofos, budistas, desinfectadores, psicólogos, amantes de Trump y demás caterva de gentes… no contad conmigo, que soy muy feliz sin vosotros.
Besos y besas.
18 de junio de 2018
La solidaridad es un sentimiento personal y sus actos consecuentes también son voluntarios y personales.
Por tanto, la solidaridad no se puede imponer porque entonces sería coacción.
Es fácil solidarizarse y ayudar a otras personas con medios que no son personales y sí de una colectividad a la que no se le ha preguntado.
Más honrado sería que los actuales gobernantes se solidarizaran con las gentes que sufren por el mundo donándoles la mitad de su sueldo a esos necesitados.
Fácil es vivir cómo un marqués y lo mío es mío, y solidarizarse dando lo que tienes que bien administrar.
24 de junio de 2018
El temblor de mis manos hacía que la pistola se moviera arriba y abajo y su punto de mira oscilase sobre el blanco.
Gotas infinitas de sudor rezumaban desde mis cejas empapadas y caían cómo un diluvio sobre mis pestañas.
Mis gónadas apretadas por mi escroto, al son de descargas de adrenalina, se encogía cómo si en el ártico me hallara.
En el fondo de mi ser algo me decía que no debía fallar… era ella o yo.
El reto era a tres disparos a la misma distancia.
Me ponía aún más nervioso su aparente tranquilidad. Parecía que no estaba siendo retada, como si ese momento tan radical no le significara demasiado.
Recé: tres Avemarías y un Padre nuestro, buscando en lo que no creía la ayuda que sabía que no me llegaría.
Esto iba en serio.
Con mi visión lateral observé que ella me miró y sonrió con esa seguridad que da el sentimiento de victoria.
El árbitro dio la salida y comenzaron los disparos…
Cuándo reapareció la calma noté el amargo sabor de la derrota.
Mi jodida niña de 11 años había hecho tres blancos y yo sólo uno. Se llevó la muñeca “chochona” grande de esa barraca de feria.
La próxima vez me someteré a ella en un reto de crucigramas, que a los sudokus me gana siempre.
28 de junio de 2018
«Otro vendrá que bueno me hará»
No soy tan original como cierto y con eso me conformo, que no es poco.
Me refiero, en éste momento de la historia, a mí y a líderes políticos de muchos países del mundo, que a soberbia me ganan pocos… los sometidos al ridículo y a la incredibilidad.
Estoy convencido que aún me creen algunos, alrededor de unos 5,500 millones de personas. Cifra dicha sin exagerar que exagerando llegaría a unos 25,000 millones, contando las dos generaciones venideras que se enamorarán de mí.
Por esas cifras tan aplastantes siento que soy el elegido por los dioses y por ello lo debo de ser por los humanos.
Tengo que ser el presidente vitalicio de muchos países.
En España multiplicaré los panes y los peces y manará el vino más exquisito para todos los que vengan.
No sé si esta puesta en escena es el profundo sentimiento de nuestro actual presidente del gobierno de España pero tiene toda la pinta de que sí, siguiendo un neo despotismo ilustrado y pretendiendo, además de todas las prebendas propias de su nuevo cargo, pasar a la historia como un anacrónico salvador del vetusto sistema social, ya podrido ante la monstruosa maquinaria del libre comercio mundial.
Aquí estamos hartos de vivir y ver cosas que entendemos la inmensa mayoría de nuestra sociedad cómo malas, punibles y moralmente reprochables, se trastoquen y reconviertan en algo jurídicamente aceptable y posible… y nos lo tenemos que tragar y aguantar.
¿Alguien en España y Europa cree a Pedro Sánchez? Salvando, obviamente, a los que bien viven del PSOE y a los que le han aupado a ese poder de «Todo para el pueblo; pero sin el pueblo», que mucho tendrá que pagar por ese poderío, que no poder.
Pedro Sánchez, la historia te lo demandará y te pondrá en tu sitio y, tal vez, posiblemente, también en poco tiempo los españoles a los que les impides opinar sobre ti y tus servidumbres en unas elecciones que todos deseamos, menos los que tienen teta que mamar, claro.
Espero verte cómo te mereces.
4 de julio de 2018
Cuándo un niño se empecina en algo y llora y patalea se le da un coscón y lo entiende.
Al independentismo catalán le hace falta un buen coscón.
7 de julio de 2018
Algo me pasa con Face.
Cuando es muy de noche me ofrece buscar amistad con mujeres argentinas y de día hace lo mismo con mujeres catalanas y vascas.
Creo que hay muchas más mujeres en este mundo que estarían deseando ser amigas mías, además de algún que otro hombre; pero sin mariconeos, claro.
Más tarde…
Parece ser que Putin ha conseguido crear una nueva sustancia neurotóxica que es mucho más dañina que las letales, que ya creó, porque ataca a las comunidades sin matar.
En los círculos secretos del Kremlim le llaman «доказательство причинения вреда великой, стабильной и демократической стране» en siglas «PDUPEEYD» (prueba de dañar a un país estupendo, estable y democrático)
Los síntomas en la población, que afecta sólo a un 40%, es la monomanía de pedir una república imposible.
No existe cura conocida.
Los afectados tienen un gusto monomaníaco por el color amarillo y, lo más grave, una mayor monomanía por insistir en lo imposible.
Se convierten en esas polillas que se estrellan una y otra vez en un sol que no existe porque es una bombilla.
Si alguien se le acerca en Cataluña hablándole de república y de manifestaciones y demás, se recomienda que se tapen los oídos y huyan.
Es una recomendación del Servicio Natural del Buen Vivir y Mejor Morir.
12 de julio de 2018
Cuando era joven me dio por pintar al óleo.
Pude comprar cuatro tubos y un pincel y pinté alguna cosa en hojas de papel de un cuaderno que se combaban al secarse la pintura y si las movías se requebrajaban.
Ya soy mayor y hace cómo cinco años retomé el reto y compré un montón de tubos de muchos colores, un montón de pinceles, dos lienzos y unas pocas paletas, además de los botes de trementina y demás y una preciosa paleta con su agujero y todo.
Creo que mi excusa para no pintar fue que me faltaba un caballete… eso fue.
Acabo de decidir que voy a pintar unas maderas pequeñas que tenía mi padre sin usar y haré unos cuadros magistrales que valdrán un huevo de pava cuándo yo muera, antes no.
Espero que mis hijos, nietos, biznietos y tataranietos sepan administrar la fortuna que les dejaré para su buen vivir.
Acabo de coger una de esas maderas y le he quitado el polvo.
Un día de estos me pondré a buscar los tubos, pinceles y demás. Cuándo tenga todo, será cuestión de 15 minutos, que no tardo más en crear una obra de arte millonaria.
No sé, me da que mañana me vendrá el bajón.
¡Maldita mi bipolaridad!
Me salió fatal la conquista del mundo y no sé yo esto de pintar…
Más tarde…
El helicóptero empezó a girar descontrolado. A pesar del cinturón que me presionaba a mi asiento, sentí que iba a ser despedido del aparato.
Un fuerte sonido de golpe y luego el silencio.
Recordé a la gente del grupo que habíamos subido a ese aparato.
El primero que entró fue Mohamed Al Aquarati, después Yerik Molosofki, el tercero Min Tian Chun, el cuarto Pepe Rodríguez y yo.
Íbamos a una estación petrolera en el ártico para pasar tres meses trabajando.
No recuerdo bien pero creo que Pepe Rodriguez, de Lepe (España) empezó a contar chistes de la gente de su pueblo y el piloto se mareó de tanto reírse y pasó lo que pasó.
Ya está, ¿qué queríais? ¿Una novela gratis?
Pocavergüenzatenéis…
14 de julio de 2018
Creo que lo mejor que puede hacer España con respecto al resultado de la Euro órden sobre Puigdemont por parte de ese tribunal provinciano alemán es castigarles sin aceite de oliva, jamón ibérico, anchoas del Cantábrico, marisco gallego y, entre muchas penurias más, sin canciones de Julio Iglesias ni de Manolo Escobar… que se enteren que vamos en serio.
CONSULTORIO DE LUIS ARCAS PARA MUJERES DESESPERADAS.
17-07-18
CONSULTA
Mi adorado Luis:
Más que desesperada, que lo estoy, me siento harta.
Mi marido me dice hoy que últimamente me nota que me estoy rebelando contra su soberanía como hombre que es y estoy cuestionando su virilidad y liderazgo y que le estoy dejando en ridículo entre la sociedad que nos rodea.
Solo porque le dije gritando un poquito que se pusiera un mandil para fregar los platos, que si se mancha tiene que poner la lavadora a tope y él la pone sin prelavado, que no hago más que reñirle por eso.
Me tiene harta: no seca bien los platos, barre regular y friega de pena porque cambia el agua cada dos habitaciones; plancha fatal, guisa como con desgana, que lo conocí como un chef y a los niños los tiene fatal.
Creo que voy a dejarlo, que he conocido a un hombre que me pone mucho, a pesar de su juventud.
Aconséjame.
Firmado: La madre que ya no puede más.
Respuesta:
Mi querida «madre que ya no puede más»:
Tal vez tu problema es que tienes demasiado tiempo libre y tu marido muy poco.
Te recuerdo el muy antiguo dicho de que el trabajo de la ama de casa sólo se nota cuándo falta.
En este caso del amo de tu casa.
Si la consulta me la hubiera hecho tu marido le aconsejaría poner sus atributos sobre la mesa, que todas las gentes tenemos.
Una cosa es el subidón con un jovencito y otra el día a día.
Vive tu día a día, guapa, y trabaja más en tu casa.
También te puedes meter en política y hacer carrera ganando una pasta y meter una o dos extranjeras que hagan lo que hace tu marido.
Dicho queda.