Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Haciendo un balance de mi vida me doy cuenta de que sólo soy un payaso siniestro que se ríe sobre las ruinas y, como diría Poe, entre las cenizas de la vergüenza y del crimen.
Payaso que se ríe en las ciudades bombardeadas, temblando acaso por los días que se han ido y que, vueltos ceniza, se transforman en esculturas frágiles para disolverse con el viento.
Una canción apagada en la madrugada, un poema triste, muy triste, de Kavafis.
Y las horas sin ti, y las luces lejanas de la ciudad que me atormenta.
Una canción.
Cenizas.
En la fría e insomne madrugada.