Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Ella, toda hecha de suavidades y fragancias, se hace bola en su camita y a veces, cuando hace mucho miedo, porque a veces hace mucho miedo como hace frío o calor, enciende su lámpara debajo de las mantas y se pone a leer o a escribir.
Ratona es bien bonita, bien tierna y, de alguna manera, como hacen los ratones, consiguió robarse, subrepticiamente, mi corazón.
Ratona ríe y los ecos de su risa traspasan los salones, llenos de telarañas, de mi alma, y los cielos se vuelven más azules, y los mares más amplios y risueños, y las cascadas cristalinas.
Ella, toda hecha de suavidades y fragancias, se hace bola en su camita y a veces, cuando hace mucha tristeza, porque a veces hace mucha tristeza como hace frío o calor, enciende su lámpara debajo de las mantas y se pone a leer o a escribir.
¡Y qué cosas tan lindas escribe, entonces, mi Ratona!
Ratona vive en las lluvias de abril que con ansias esperamos, en los instantes previos a la aurora, en la frágil textura que contra las yemas de mis dedos inventa el agua.