Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Nuestro amor es triste, y a la vez alegre: triste por todos los obstáculos que los senderos desquiciados del destino nos presentan; alegre porque también está hecho de risas, como el confeti que brota, luminoso, de ciertas piñatas cuando las golpean.
Nuestro amor es blanco, a veces rojo… amor es siempre.
Amor es el camino, fragancia de una tarde lluviosa resguardados en un viejo cobertizo, entre pacas de alfalfa, mirando cómo las gotas furiosas azotan a las plantas, a los árboles, a los antiguos edificios, y desdibujan la distancia.
Desdibujados son mis sueños, como una rosa en la nieve, entretejidos de niebla son mis sueños.
Y como los árboles de otoño, que se duermen, que sueñan, son tus ojos hechicheros que siempre me atormentan.