Por: Elko Omar Vázquez Erosa

El tiempo es inapelable y las horas pasan para ya nunca volver llevándose consigo las sonrisas, y las lágrimas, y los días chispeantes que, iluminados por tus ojos, y por la suave cadencia de tu voz, me llenan de alegría.

Nostalgia son las tardes frías y transidas de silencio en la ciudad vacía; son las viejas fotos en el álbum, y los objetos inertes, embrujados, de mi casa.

El tiempo es un viejo loco que va segando con su guadaña nuestras mieses; es un barco que se aleja, lentamente, a lontananza.

Anhelo son tus blancas manos, la suave caricia de tu pelo y el instante congelado, capturado, en mis versos.

Locura es quererte en la distancia, locura es el poeta y los que esperan, con los ojos enlunados, poblados de naufragios y tormentas.