Por: Elko Omar Vázquez Erosa
24 de diciembre
Caballo electrónico 135: Saludos, amiga.
Mariposa sofisticada: Saludos.
Caballo electrónico 135: Pásalo bien en estas fiestas.
Mariposa sofisticada: Sipi.
Caballo electrónico 135: Sipi.
Mariposa sofisticada: Sipi.
Caballo electrónico 135: ¡Ay, ya!
Mariposa sofisticada: Je je je…
Días después
Caballo electrónico 135: Son las cinco de la mañana y estoy sufriendo… hace frío.
Mariposa sofisticada: ¡Qué raro que vos estés sufriendo!
Caballo electrónico 135: Ella me hace sufrir: yo pensé que después de los 40 pasarían esos jueguecitos, pero no. Oye, pregunta en buen plan. Mira, fíjate que ella me da vueltas y vueltas: ¿forma parte de la naturaleza femenina o es una cabrona o yo un pendejo o ambas cosas?
Mariposa sofisticada: Hola amigo, estaba cocinando.
Caballo electrónico 135: Hola.
Mariposa sofisticada: Hola.
Caballo electrónico 135: ¡Hola!
Mariposa sofisticada: Es naturaleza femenina “histeriquear” un poco.
Caballo electrónico 135: Ufa.
Mariposa sofisticada: Tenemos esos cinco minutos las mujeres.
Caballo electrónico 135: Bueno, los hombres también tenemos cosas irracionales, por ejemplo beber compulsivamente, o hacer un marranero alrededor.
Mariposa sofisticada: Los hombres son bastante desordenados. ¿Qué pasa con tu musa?
Caballo electrónico 135: Ella me da esquinazo.
Mariposa sofisticada: Vos sabés que el amor cuesta, no tan simple como lo pintan.
Caballo electrónico 135: Ah.
Mariposa sofisticada: Bueno, no te atormentes sin necesidad.
Caballo electrónico 135: No
Mariposa sofisticada: ¿Qué haces?
Caballo electrónico 135: Nada.
Mariposa sofisticada: ¡Qué novedad!
Caballo electrónico 135: Voy a la tienda por cerveza, ¿quieres unas papas?
Mariposa sofisticada: ¿Me las mandas por correo?
Caballo electrónico 135: Tú hazte la ilusión.
Mariposa sofisticada: Bueno.
Caballo electrónico 135: Vale.
Mariposa sofisticada: Te veo.
Caballo electrónico 135: Sipi.