Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Mi tío, el vizconde de M[1]., luego de llevar una vida de calavera, como correspondía a uno de los descendientes de los grandes señores del Ancien régime, decidió heredarme toda su fortuna bajo la única condición de que la malgastara: caso contrario el Ratón Malvado recibiría todas las maldiciones de su estirpe, además de morir en la guillotina. Seguir leyendo