Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Caminaba…
sobre olas de trigo
hasta llegar al viejo pozo.
El cubo perforado,
madriguera de la araña…
…el pozo.
Hipnótica,
parecías venir
de las corrientes que se ocultan
en las entrañas de la tierra
—como una diosa celta—
señora de los bosques
y de las fuentes,
de la guerra, de la sangre
de los que caen en batalla.
Armonía de silencios,
de frases nunca dichas,
trae la luna el poema y el viento,
destellos que proyecta
lejana carretera.
Tu mirada en brillo de nieve,
y si ríes te vuelves un cisne de cristal,
un trozo de vidrio perlado al carmesí.
Dicen los viejos que ya te habían visto
en la esencia de la noche,
en la risa apagada por la distancia,
pero con los primeros rayos del sol
se deshacen los fantasmas
que preceden a la lluvia
y tu rostro se diluye
en el inicio de los tiempos.
Dicen los viejos que hace mucho
vinieron las hijas de la luna
a robar los frutos del edén,
y al tocar la tierra…
se les cayeron las alas.
Modelo: Janet Vera

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