Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Fulvia,
te pierdes en el viento
que arrastra polvo del camino
y vuelve a las láminas
orquesta.
Fulvia,
destapas una Coca-Cola
en el borde de la última frontera,
enciendes un Marlboro
y tomas la pose de las divas.
Fulvia,
te transformas en lejana
—pareces extranjera—
cuando arrojas los últimos trazos
de tu imagen provinciana.
Fulvia,
en tu adiós a las vacas…
agitas la dorada cabellera
y buscas en el bolso
el escarlata.
Fulvia,
con un fajo de billetes
y en el tren,
eres la estampa femenina
de Cortés.
Modelo: Janet Vera

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