Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Vestida de ensueño,
perfume de abril,
suave pendiente de voces
que asesina los silencios
como un veneno dulce.
Rocío, agua lustral,
lluvia que se estrella
en los cristales
y en los techos de lámina
—eternidad—
las montañas
como imágenes borrosas
de un impresionista.
Los sentidos columpiándose
junto al abismo, coludidos.
Un sorbo de vino turbio,
volutas de humo azul
que escapan por los hoyuelos del granero
y el paisaje que habla de recuerdos,
de luchas y conquistas, de viajes por el mar.
La lluvia como púas de hielo,
tu mirada que se pierde en un rincón.
Es a mí, no soy yo, es otro,
algún objeto que tocaste con las manos.
Aire helado que desea formar parte de los huesos,
que resbala entre las hojas, empapando mi ropaje.
Suelo que se hunde disfrazándose de espuma,
que se abre malicioso, invitándome a soñar.
La locura, las peleas,
la gloria y la pasión,
pero vendrían hilos de agua
a robar el sentir de las cosas
y me vería obligado a formarle con barro.
Otra vez el agua…
Respiro húmedo y frío,
se congelan las entrañas,
la lluvia como púas de hielo,
tu mirada que se pierde en un rincón.
Es a mí, no soy yo, es otro,
algún objeto que tocaste con las manos.
Modelo: Janet Vera

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