Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Cuando la voz no alcance,
cuando la voz no tenga
su prístino refugio
de ansiosas claridades,
y otra vez los faroles
embrujados con sueños,
con suaves claroscuros
en las escaleras de piedra verde
que parecen llevar
hacia ninguna parte.
Acaso en la memoria,
acaso en otros mundos
lejanos, intangibles.
Mi niña linda,
mi niña dulce…
mi niña amarga.
Fondo musical: Rachmaninoff. 13 preludios, op. 32. 10. Lento (si menor). Marco Alejandro Gil Esteva.
Fotografía: Flor García Rufino.

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