Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Suelo pensarte las tardes de lluvia
si de voces fantasma la memoria
puebla de nuevo los despojos tristes
de la hacienda cubierta por la hiedra,
por esos años sin misericordia
que dejaron de brindarme tu risa,
tu cabello, dorado evanescente.
Enfebrecido te busco en la niebla,
en lo alto de los cerros desolados,
en el brillo de corrientes salvajes
que con sus alas inciertas recorren
los abruptos peñascos del dolor.
Toda tú te me vuelves imposible,
de la lluvia ese breve golpeteo
que acompaña el graznido desamparo
de aves ateridas, sin su vuelo.
Fondo musical: Brahms. Balada. Opus 10. No. 1 (Felipe Sarro).
Fotografía: Jackeline Vega.

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