Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Si yo fuera mujer me tocaría las tetas, todo el día, frente al espejo, y me compraría un montón de juguetes sexuales.
Me llenaría de perfumes y de joyas y, liviana como un soplo de brisa en el otoño, correría por todos lados, y no le haría caso a nadie.
Sería sirena, musa maldita, la desesperación de todo mundo.
Me subiría a los árboles para incendiar los nidos de los pájaros.
Los mismos dioses habrían de temerme.
Sería hechicera, me compraría una espada hallstática, y me pondría a cantar canciones celtas, sobre los puentes, mientras arrojaba botellas vacías de vino, encima de los automóviles de los burgueses.
Gracias a los dioses que no soy mujer.