Por: Elko Omar Vázquez Erosa
El ángel alzó la espada y dijo:
“más allá del bien reside el mal”,
y la primera pareja corrió a esconderse,
avergonzada.
Luego los visitó en sueños, para decir:
“más allá del mal reside la locura”.
Ya viejo, Adán recordaba el perfume,
el brillo en los ojos de Eva.
Poco antes de morir, Eva recordaría
las palabras de la serpiente:
“más allá de la locura reside lo divino”.

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