Tú lo negarás todo,
y yo miraré la lluvia
caer al pie de los faroles,
y mis ojos recorrerán
las duelas de la casa
para cosechar insomnios,
y reconocerán la noche
y las viejas razones
de lo imposible,
y seguirás ausente
y nada de lo que pueda decir
cambiará la evidencia
de mi lecho frío,
y te llamaré fantasma
y quimera,
y tomaré un trago
fingiendo que te olvido,
y fumaré un cigarro
como en todos mis poemas,
y crearé mundos
que nadie más podría crear,
pero en ellos serás
poco menos que una sombra.