Por: Luis Arcas González
22 de noviembre de 2018
Dada la tensión existente en el parlamento de España, los sucedidos en nuestro poder judicial y otros hechos importantes en el resto de la política del mundo, voy a reinterpretar unos chistes tradicionales para mi público que tanto me sigue, al que tanto debo y al que le reafirmo que cuándo pueda le pagaré todo lo que le debo en billetes, incluida La Caixa y el Santander.
Pido perdón previo a quienes se ofendan y a los que se sientan reflejados:
CHISTE 1:
Fiscal: Este hombre se fue sin pagar de los mejores restaurantes, hoteles y prostíbulos de Cádiz, Chipiona, San Lucar, Rota y zonas colindantes. Además robó en todas estas zonas a comercios y personas…
Juez: ¡Ah! ¡Ese tipo es el famoso «Golfo de Cádiz»!
CHISTE 2:
Fiscal: Este hombre, con promesas y engaños, dejó embarazadas a muchas jóvenes desde Algeciras, Campo de Gibraltar, Campo de la Concepción, etc.
Juez: ¡Ah, éste es al que llaman » El preñón de Gibraltar»!
CHISTE 3
Ahora mismo no se me ocurre ninguno; pero ya mañana o pasado me vendrá la inspiración (se llama Inspiración Gómez y yo la llamo Inspi, y me deja tan flojo que no puedo ni moverme y así me afloran las ideas).
Atento aviso de Luis Arcas a las lectoras: Dedicado con todo mi afecto a las feminazis españolas que las foráneas no entenderán las intríngulis más profundas de mis chistes.
30 de noviembre de 2018
Escucho la canción de Alejandro Sanz «Yo no tengo nada» y me identifico y lloro.
A mis 60 años me sigo sintiendo un adolescente y miro para atrás y veo un camino corto y miro hacia adelante y, cercanos, observo unos enormes nubarrones negros que me esperan pronto en mi inevitable caminar y me inquieto.
Nadie conoce qué encontrará a la vuelta del primer recodo; pero yo veo esas nubes negras que no auguran nada bueno. Tormenta, frío, lluvia helada del norte.
A eso me enfrentaré y seguiré caminando, mojado, aterido por el frío, tal vez solo, perdiendo en cada paso un poco más de mi fuerza…
Y el camino acabará y llegaré a su final sin nada que dejar en un montón para los que seguirán caminando tras de mí, aquellos a los que les di la vida y me siguen de lejos porque yo no tengo nada y nada puedo dejar, tan sólo los efímeros recuerdos.
Bueno, mal día el de hoy. Mañana tal vez amanecerá otra vez para mí y mi ánimo.
6 de diciembre de 2018
Yo compro casi todo por Internet y el tema del supermercado por teléfono.
Casi todos los días vienen repartidores, mensajeros y carteros a mi casa.
Los recibo en mi puerta, ellos fuera y yo dentro y nunca los invito a pasar porque no sé distinguir bien a las personas normales de los vampiros, que todo el mundo sabe que no pueden entrar a tu casa como no los invites.
No creo en los vampiros ni en las meigas pero, hace poco, un repartidor muy enjuto de cara y tez sospechosamente blanca, al darle el eurito de propina, en vez de poner la mano, cogió la mía y la acercó a su boca y pude retirarla a tiempo de un fuerte tirón.
Le tomé una foto.
Advertidos estáis.
7 de diciembre de 2018
En el acto para la celebración de los 40 años de la constitución faltó alguien… yo.
No fui invitado y la historia se los demandará.
Muchas ganas no tenía, la verdad, porque no me gusta salir mucho de mi casa y menos viajar.
Así, yo me encuentro cómodo y el Congreso también. Todos contentos.
8 de diciembre de 2018
¡NOTICIÓN!
Tras las protestas en París de los «chalecos amarillos» está Chin Joimín, propietario de la mayor fábrica del mundo de chalecos de seguridad, principalmente amarillos, que tiene factorías en varios países del mundo.
Al parecer su fábrica de Francia vende menos chalecos de los que fabrica y planeó y ha financiado la protesta para vender sus excedentes.
En sus últimas declaraciones, Chin dijo que es inocente y puede demostrarlo, aunque hay grabaciones de los “fiestorros” que ha organizado los domingos siguientes a los «sábados negros de París».
(Noticia de la agencia ©Luis Arcas Press)
8 de diciembre de 2018
Quiero regalarle a mi hija chica para reyes unos pendientes de perlas de venado montados en oro que sean buenos, bonitos, baratos y bien hechos. ¿Alguien me recomienda a alguien?
Nota del editor: Debido al interés antropológico que reviste hemos incluido una breve selección de las reacciones que este comentario cinegético ha provocado entre las lectoras de Luis, en el “Feis”:
Elena PM: Perlas de venado? Pero por qué te complicas? Y encima vas a traumatizar a tu hija. Vamos que…
Luis Arcas González: He sido cazador toda mi vida y me enorgullezco de serlo.
Los ciervos, cuando mueren de forma natural o cazados, son aprovechados por otros seres vivos hasta que no quedan más que sus huesos y su dentadura. Te pasará igual a ti y a mí.
No me importaría que algunas de las piezas dentales que me quedan terminaran en los lóbulos de las orejas de una mujer, montadas con buen gusto en oro.
Estoy seguro que a los ciervos fallecidos tampoco les importa.
Alejandra María González Ortega (haciéndose de cruces): ¡No puedo creer que pierdan su tiempo y su vida en esta absurda y deprimente conversación.
Josefina Murillo: Pues lo mismo que tú, ¿no?
Alejandra María González Ortega (entornando los ojos, lánguidamente): No. Yo no participé de este show. No pude evitar leerlos. Me llamó mucho la atención.
Josefina Murillo: Luego, has perdido “tu tiempo y tu vida” leyéndonos…
Alejandra María González Ortega (con un gesto desdeñoso): No, fíjate. No he perdido nada. Fue enriquecedor.
Josefina Murillo: ¿Ves? Hasta los tontos te enseñamos algo.
Alejandra María González Ortega: Toda la razón.
Josefina Murillo: Deseo que con el tiempo que ahorras y los demás desperdiciamos te saques una carrera universitaria, por lo menos.
Alejandra María González Ortega (con un gesto de autosuficiencia): Seguiré tu consejo. Seguro lo que dices es el gran objetivo universal y el sentido profundo de la vida. Deberé hacerlo, de esa forma disfrutaré de este tipo de sandeces.
Josefina Murillo: Era un ejemplo, mujer, puedes pasar ese tiempo extra meditando sobre “el sentido profundo de la vida”.
Otra nota del editor: Lo último que se supo de Josefina Murillo es que está meditando en un remoto monasterio del Tíbet acerca del sentido profundo de la vida.
12 de diciembre de 2018
COSAS DE CANDELA
Hoy le dije a mi hija chica, de 12 años, que había comido lomo de ciervo al horno. Se quedó callada y le añadí que se llamaba Bambi. Al ratito de silencio me dijo:
—Acabas de destruir mi infancia.
Risas y risas de ambos.
Mi hija se está haciendo mayor.
Más tarde…
COSAS DE CANDELA
Hablo con ella por teléfono casi todos los días, a mil kilómetros de distancia y casi siempre nos reímos mucho.
Tenemos esa complicidad padre-hija que sobrepasa la distancia y, por ahora, el tiempo.
—Candela, me ha dicho mamá que has tenido problemas con un examen.
Silencio durante 10 segundos y luego…
– Pi, pi, pi, pi, pi… Esta linea está ocupada, deje su mensaje al oír la señal… Pulse la opción que desee: si quiere mandar un mensaje pulse 1, si quieres perdonar a su hija, pulse 2, si quiere otras opciones, pulse 3…
Y yo me troncho de risa y le grito:
—¡Candela! —y vuelve a mí.
Ayer me contó que suspendió un examen de mates, aunque por la media trimestral ha aprobado.
Terminé la conversación pidiéndole que le dijera a su mamá que le había reñido mucho.
Hoy le pregunté si se lo había dicho y me dijo que no, riéndose.
—Candela, si no se lo dices me va a reñir a mí…
Risas y más risas.
Es una niña buena, inteligente y capaz, aunque un tanto lenta en su actuar, cómo yo.
Es mi vidita.
20 de diciembre de 2018
Se puede ser más grande; pero imposible ser más tonto…