Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Conozco la agonía de pensarte
emergiendo de las nieblas eternas,
hecha como las sílfides
de sol y helada bruma.
Conozco la agonía de pensarte,
de saber que disfrutas mi tormento
como antaño gozaban
las reinas legendarias.
Acaso debería regresar
a los secretos y amables jardines:
mi bella soledad…
antigua, inaccesible.
Tendría que arrancarme el corazón
para olvidar la imagen de una dama
cincelada con hielo y terrible silencio.
Tendría que arrancarme el corazón,
los ojos… tu recuerdo.

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Amei este texto.
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Muchas gracias, Mara, fuerte abrazo.
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