Por: Elko Omar Vázquez Erosa
La tarde es apacible, la tía Concha y la abuela Esperanza murmuran, mientras beben el té con las vecinas, doña Meche y doña Clara.
La lluvia repiquetea en las ventanas y los objetos silenciosos se iluminan con la intermitente luz de los relámpagos. Seguir leyendo