Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Los fines de semana mi amigo Césareo y yo nos dirigíamos a “El Pasito”, un mercadillo en el que se podían adquirir productos de contrabando como aparatos electrónicos, lentes oscuros y casetes.
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Los fines de semana mi amigo Césareo y yo nos dirigíamos a “El Pasito”, un mercadillo en el que se podían adquirir productos de contrabando como aparatos electrónicos, lentes oscuros y casetes.
Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Mi primo Alejandro entró a la oficina muy temprano para sacar unos pendientes que le había encargado tío José. Abrió el paquete de pastelitos que traía, se comió uno y le dio un gran trago a su refresco. Continuar leyendo