Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Antes de ti no hubo luna,
en los abruptos acantilados
las crestas rugían sin luz
que pudiera iluminarlas.
Era oscuridad ruidosa,
confusión que con débiles manos
trataba de asir, un borde
resbaladizo de cordura.
Antes de ti no hubo magia,
todo lo creado carecía de dirección:
porque aún no llegabas,
porque aún no pronunciabas la salmodia.
Hace mil ayeres
la oscuridad se volvió tan densa
que ya no pudo estar en sí
—tuvo que parir a una diosa—.
Antes de ti no había ojos como los tuyos,
antes de ti no había nada…
Modelo: Janet Vera

Pulsar imagen