Por: Elko Omar Vázquez Erosa
A veces te siento tan burguesa,
tan poquita —tan poquita cosa—
mas de la noche el intenso vértigo
se adueña de tu alma, de tu piel.
A veces, tan rubia te deseo,
como rubio el sueño adolescente
que anhela pureza y fantasía
—rincones distantes del ayer—
dulce refugio de la montaña
marcado por el ángel maldito
con necios perfumes del delirio
que se aposentan donde las horas
deslumbrantes, ¡ay!, de mi fortuna.
Soy cadáver frío sin mis sueños,
los sueños dorados de tu pelo.
Fondo musical: Joseph Haydn. Partita en Si Bemol Mayor, Hob. XVI:2. II. Largo. Stefano Ligoratti.
Fotografía: Flor García Rufino.

Pulsar imagen