Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Las musas gustan de los locos
que salen por las noches,
envueltos de niebla y de misterio,
en busca de fantasmas;
adoran la sonrisa desdeñosa
de los navegantes,
las fuentes solitarias,
los palacios de gemas relucientes
y la trágica silueta de los héroes
cabalgando tras la última batalla.