Por: Elko Omar Vázquez Erosa
He llorado tu partida
en las piedras deslavadas
por el agua,
he llorado hasta volverme
canto de jarillas.
Fui la sombra de un encino,
el poeta que sueña,
el ángel desterrado.
He sido campanadas a lo lejos,
un poco brisa, un poco ausencia.
Fui una gota de tus lágrimas,
el eco de tus pasos,
altar de la nostalgia desgarrada.
Recuerdo que sentía,
imploro muérdago y rocío,
quizá borrarme con el viento.