Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Playas desvanecidas por el tiempo…
el mar, desdibujado en la distancia:
el viejo sabio y dulce de mi abuelo,
antiguo militar que me contaba
historias de piratas y guerreros,
historias de bellísimas princesas,
solía atraparme con sus palabras.
A veces se me oprime el corazón
—mariposa teñida en escarlata—
cuando se me vienen a la memoria
aquellas pinceladas de mujer
que yo me inventaba en los días largos
del plácido verano interminable…
y desde entonces, desde aquellos días
te fui tejiendo en la imaginación.