Por: Elko Omar Vázquez Erosa
En tus ojos, señora del silencio,
en tus ojos de miel y adormidera
se vislumbra la esencia de los sueños…
sueños de niña dulce y caprichosa.
A veces te concibe la plegaria
—llamado que no encuentra una respuesta—
un sendero engañoso hecho de luna,
puente inasible tendido en los mares…
ilusiones que llevan al viajero
a extraviarse con una exhalación.
He sido enredadera cortejando
una estatua de mármol por creer
que en su rostro brillaba una sonrisa:
no sabía que el astro de la noche,
con su manto de plata, me engañaba.

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Sempre muito bonito seus poemas! Abraços
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Muchas gracias, Mara Romaro. Muy gentil
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