Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Parece que en nuestros días hemos perdido algo de la inocencia que durante siglos había caracterizado a la humanidad. Nos hemos vuelto unos seres pasivos, meros tentáculos de la televisión o de nuestros centros de trabajo. En este orden de cosas, ¿dónde queda la imaginación? ¿Y el goce estético? Seguir leyendo