Por Luis Arcas González
6 de marzo de 2016
Estoy súper agobiado, no puedo más.
Claro, como unas me consultáis, otras me buscáis y pretendéis que os tengo dicho que estoy casado, pues es normal que se me acumule el trabajo.
No llego a la desesperación que podéis sentir muchas de vosotras pero me acerco.
Entended que tengo una vida. Dadme un respiro, por favor.
Por lo menos permítanme reparar la cisterna. Seguir leyendo