Por: Elko Omar Vázquez Erosa
La brisa acariciaba
sus oscuros cabellos
y de oro la tarde en pinceladas
con grana y artemisa
recordaba lejanos campanarios
que me traían el deseo ardiente
de recorrer de nuevo
la vera serpenteante del arroyo.
Con los bolsillos rotos,
un poco de artemisa para fumar
—nostalgia del tabaco—
blandiendo tres cuartos de una botella
de absenta esmeraldina
encaminé mis pasos
a los amplios, vacíos galerones
de una mansión en ruinas.
Los muebles destrozados
de salas inferiores e inundadas
traían a la memoria
diciembre, un cementerio de barcos
y la vieja ciudad de Nueva York.
Del verano al invierno
y fumando la hierba de los pobres
sus oscuros cabellos
agitados por el soplo del céfiro
me hablaban sobre los nuevos caminos
del sueño y de la vida.
Al igual que las runas el graffiti
es susurro, secreto y sortilegio.
Al igual que las aguas de la noche
sus ojos misteriosos… de obsidiana.
Fondo musical: Antonio Vivaldi. A. Scarlatti. Gran concierto en fa menor. III. Largo allemande. Archivo Europeo.
Fotografía: Flor García Rufino.

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Hermoso poema, muy buena declamación.
Saludos.
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Muchas gracias, un fuerte abrazo.
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Gracias a ti por compartir tus bellos escritos.
Un fuerte abrazo. 🌹🙋🏼♀️
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