Por: Elko Omar Vázquez Erosa
Noche lluviosa entretejida de anhelos,
con oscuras esperanzas de la niebla:
mi copa rebosando melancolía
imita la fuente labrada que llora,
desdibujada por el velo traslúcido:
desgarrados gemidos de la tormenta.
Ayeres… una lápida erosionada
por estas lágrimas frías
que yo te ofrezco a falta de algo mejor,
y es que al paso de los años me doy cuenta
que sólo me queda un llanto de cristal,
la huella desvanecida de tus labios.
Fondo musical: Beethoven. Sonata no. 17 en re menor. «La tempestad», op. 31 no. 2. III. Allegretto. Paul Pitman.
Fotografía: Flor García Rufino.

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