Por: Elko Omar Vázquez Erosa
En mis horas oscuras
le fui buscando nombre
a mi persistente, amarga tristeza,
a mi extraña vocación por la lluvia,
por alaridos de viento en las ruinas…
frágil perfume de secas violetas.
En mis horas silentes
con resplandores de vino y angustia
recordaba tu rostro,
aquellas viejas promesas de nieve,
la pálida caricia de tus manos
y tus pechos ardientes.