Apuntes del 2011

Por: Luis Arcas González

Apuntes del 2011

Nota del editor: Recogemos los pensamientos del maestro Arcas, vertidos en su muro durante el 2011, para que las generaciones venideras se aprovechen de los mismos.

11 de noviembre de 2011

Ayer perdí mi caballo blanco. Distraído, un lobo lo asustó y huyó. Yo estaba de espaldas, sentado, descansando de una cabalgada larga cuando oí su galopar al infinito. Lo perdí, me perdió, nos perdimos, lo lloré y supongo que, pasado el tiempo, me echó de menos. No culpo al lobo, no me culpo a mí por darle la espalda a él, no culpo a la cabalgada que lo enervó. Realmente no culpo a nadie. Perdí mi caballo y él me perdió a mí. Ambos, solitarios, uno al trote y otro caminando, seguiremos viviendo, separados, añorándonos, recordándonos sin saber cuándo será nuestro fin, sin verlo, sin sentirlo, sin llorarlo.

25 de noviembre de 2011

Estoy pensando que pienso, que ya es pensar. Pienso en qué pensar: ¡me estáis agobiando, dejadme que piense!

Tranquilo Luis, respira profundo y lento que la chusma ésta que te lee no va a poder contigo. Pues ahora no me sale de mis Web pensar ¿Qué vais a hacer conmigo? ¿Me vais a colgar del palo mayor? ¿Me vais a pegar un tiro? Es que me agobiáis con tanto pensar.

Ahora me apetece pensar en una playa de arenas finas y blancas pobladas con una inmensidad de mujeres en topless y sin hombres porque un mosquito propagó determinada enfermedad que los mató a todos justo antes de que yo llegara. Ellas todas (que no eran ni mi madre ni mis hermanas ni mis primas ni mis sobrinas ni, por supuesto, mis hijas, que son todas ellas muy recatadas y no van a esos sitios de fornicio y pecado) me esperaban con sus brazos abiertos, sus… bueno, que esto es público y no debo pasarme. Me acuesto y sigo pensando en mi playa, que soy un porco (me han dicho algunas, sonriendo).

¡Jo! ¡Lo que hace la nocturnidad! Menos mal que no sé lo que es la alevosía.

28 de noviembre de 2011

Los argentinos me caen regular porque tienen un acento que no tengo Web de remedar. Me jode. En lo más profundo de mi alma desearía hablar como un bonaerense cualquiera que siempre queda bien. Y saber tocar el bandoneón que es maravilla en todo el mundo.

El hablar argentino suena a lujo, a chulería cara, a sensualidad, a tango, a Perito Moreno, a marisco de aguas frías, a traje bien cortado, a sentimientos, en definitiva a felicidad.

Me joden mucho estos argentinos

30 de noviembre de 2011

La plaza está bastante solitaria a estas horas. Los funcionarios y los banqueros aún no han salido de sus oficinas y los que trabajan en el comercio ya están en sus casas comiendo para seguir esta tarde. El día está frío en muchas zonas y se nota en las terrazas que están vacías. Tan sólo algunos desarrapados como yo, que nos gusta el vinito y demás alcoholes, ocupamos abrigados una mesita solitaria en la calle con la excusa de sacar a la perrita. Leemos el periódico que nos regala noticias rancias de ayer, que ya nos las contaron en los telediarios y en los diarios digitales y hacemos que el tiempo pase ante nuestra vida, ante nuestra vida. Un día más que se nos escapa en sórdida monotonía.

A veces uno desea que ocurra algo que estimule el sentimiento vital. Miro a aquél banco y deseo que lo asalten y ser testigo de una persecución policial, tiros incluidos; que un helicóptero haga un aterrizaje de emergencia en medio de la plaza, que cualquier anormalidad ocurra venciendo a la monotonía y diciéndome que la vida, en su transcurrir, participa de momentos de adrenalina y aventura.

Pero no, hoy es un día más.

6 de diciembre de 2011

Hoy es fiesta, puentazo y frío. Los atrevidos, jóvenes o de ese mismo espíritu, saldrán de viaje o a la calle o al campo o al mar y sentirán el viento en sus caras, las gotas en su cuerpo, la nieve en sus pies. Otros, los más, día de descanso. Levantada a media mañana, cervecita al mediodía, siesta después de comer. Situaciones ideales. Luego, cuando se descubra la verdad, cada cual hará lo que quiera, que en ella no hay estadísticas ni estudios. “Ca uno es ca uno”, como decía el Guerra. Sí, anochecido, tenemos la sensación de felicidad o, por lo menos, de tranquilidad; podremos darnos con un canto en los dientes, algo que yo jamás haré pero que se dice. La felicidad tal vez sea sólo llevarse bien con la persona con la que convives y el resto de soles, mares y campos se queden en un escenario de lo que acontece junto a ti. Aplicaros el cuento. Vivid bien, llevándoos bien con quien duerme junto a vosotros que el resto es sólo el atrezzo de vuestro teatro (malditas mujeres que necesitan uno lujoso o lujurioso o insidioso o voluptuoso, siempre algo por encima de nuestras posibilidades). A pesar de ello, a pesar de todo, dicen, que hubo algún hombre feliz, que una mujer fue capaz de comprenderlo, algo, que a la inversa, sabemos todos que es imposible. Que sos den a tos.

7 de diciembre de 2011

Más de lo mismo. El olvido, ese que nunca se olvida, ese inolvidable. Mientras la vida pasa sin olvidar, que es la esencia de la vida misma. Una cicatriz que mientras cierra duele pero que, curada, se lleva con la satisfacción de haber vivido que siempre es recuerdo y orgullo.

Y, entre tanto, la herida, su curación y la transformación en cicatriz, hacen sentir al ser humano que vive porque ha vivido, porque ha sentido, porque ha querido, porque ha tenido la sensación de que lo han amado.

Amar, sentir, tal vez dudar. Mientras, transcurre el tiempo, nuestro tiempo que se nos escapa cada día más rápido, cada año más etéreo, cada momento más escaso.

Llegado será el día final, el último y nadie sabe si olvidaremos o recordaremos todo y a todos.

Mientras nos llegue, vivamos, lloremos, riamos, amemos que nada material puede sustituir la compañía, la amistad, el amor. Tal vez eso sea la felicidad que no lo sé ni, tal vez, quiera saberlo.han amado. Amar, sentir, tal vez dudar. Mientras, transcurre el tiempo, nuestro tiempo que se nos escapa cada día más rápido, cada año más etéreo, cada momento más escaso. Llegado será el día final, el último y nadie sabe si olvidaremos o recordaremos todo y a todos. Mientras nos llegue vivamos, lloremos, riamos, amemos que nada material puede sustituir la compañía, la amistad, el amor. Tal vez eso sea la felicidad que no lo sé ni, tal vez, quiera saberlo.

8 de diciembre de 2011

Respuesta de nuestra amiga Rosalía sobre nuestras dudas por los neutrinos:

Rosa Lee: Muchas gracias por la difusión y por tu interés, Luis. Respondiendo a tus preguntas: 1) Los neutrinos no se compran ni se venden, son anteriores al dinero y no entienden de transacciones monetarias. En cambio, comercian en base al trueque en las estrellas, en la atmósfera o en el interior de la tierra: puedes dar por ejemplo neutrones o protones a cambio de neutrinos.

2) Vendrán, pero no porque les adiestres sino porque les place y no pueden quedarse quietos, pero no para quedarse, sino para pasar de largo. No es el espécimen más recomendable como animal de compañía, suelen ser bastante autistas.

3) Tienen sexo, sí: están los neutrinos y los antineutrinos y cuando se encuentran se aparean con tal entusiasmo que acaban por aniquilarse y producir otras partículas.

4) Llamadle como queráis, va a pasar de vosotros…

10 de diciembre de 2011

Noche profunda. Mónica Molina de fondo con sus «Besos usados» y muchos pensamientos, muchos sentimientos, muchas sensaciones. La noche y yo y una canción que me dice. Lo cierto, la verdad es que me dice más la guitarra que la voz, que antes no fue así. De todo se llega a pasar, con todo se llega a vivir, con cualquier cosa se llega a morir.

Y mientras, la vida transcurre como ese río que casi todos tenemos a nuestro lado y ni miramos cómo sus aguas discurren, día a día, minuto tras minuto porque, en realidad, sus aguas no nos importan salvo que nos salpiquen, que es improbable.

De igual forma las gentes, nuestras gentes, vosotros mismos, pasaréis como pasaron tantas y tantas gentes. Me dejaréis esos recuerdos que canta Mónica y ahí estarán, guardados, inolvidables en el baúl único que me llevaré a mi final destino donde nada más cabe. Mis posesiones máximas, supremas seréis todos vosotros que, no nos engañemos, no hay más. Vuestros recuerdos conmigo y, si me supervivís, tal vez mi recuerdo en vosotros que será tan etéreo como vuestra vida.

Cuando dices que te olvide es porque me has olvidado.

Más tarde…

¿Para qué enamorarse otra vez si terminará en desamor? Esfuerzo inútil, placer certero a corto plazo. Corazón palpitante, idea fija, búsqueda constante, espera impaciente, mirada brillante, sonrisa constante, sentimiento de plenitud, sensaciones completas, fiabilidad absoluta, felicidad…

Bienvenidos a todos aquellos que lo logran durante el tiempo oportuno, adecuado, suficiente. Bienvenidos, después, a los ofendidos, engañados, abandonados, a aquellos que nuevamente han visto la luz.

11 de diciembre de 2011

Un día estuve sentado en Madrid al lado de Enrique Urquijo y le pregunté al camarero, que me lo ratificó. Él con una chica, yo con la mía. Se me ocurrió mi genialidad de ese momento. Llamé al camarero y le dije que invitaba a ese señor a los postres o a unas copas. El camarero volvió y me dijo que el señor no quería postres ni copas. No nos miramos, ni nos hablamos. Él ya estaba mal, muy mal. Fue en uno de esos establecimientos superguaysdelamuerte madrileños o neoyorquinos donde nadie es nadie porque nadie te conoce. Allí ocurrió y poco después murió. Sería sobre el año 1998 que acabó en el año siguiente, tal vez pocos meses más tarde. Vale, una historia de mierda pero es mi historia con ese Enrique.

 Más tarde…

La noche. La noche profunda, casi el amanecer. Una guardia donde el silencio es lo primordial para que nadie se inquiete, nadie se sobresalte, nadie se despierte. La obligación del imaginaria, que quien quiera saber lo que significa que lo busque, que yo tuve momentos de ello en mi vida y lo sufrí y lo viví.

Por ello, por mucho más, muchísimo más, mi vida es mía. Vivida como algunos más, como pocos, no menos que la mayoría pero sentida como algunos.

No espero enseñar a nadie, que tal vez algunos escuchen. Tampoco espero escuchar yo a nadie, que escuché y aprendí de muchos.

Llegada, tal vez, fue mi hora de no escuchar nada y de hablar poco, que es una justa compensación a mi vivir.

Y así, heme aquí sin rumbo. Me lleva la marea a donde ella quiera, que nunca sabré mi destino, como tantos que no lo reconocen o están tan hundidos que ni saben de su sino.

Me alegra estar vivo, me alegra vivir aunque sienta una tristeza infinita porque me faltan presencias que sé que las tendré. Por ello vivo, por la esperanza, el más fuerte de todos los sentimientos.

13 de diciembre de 2011

Mi agradecimiento por leerme y aguantarme sin denunciarme a las autoridades durante tanto tiempo. Mi cariño porque hemos estados juntos a ratos durante muchos ratos. Mi pasión por el enganche que me habéis dado en esta mierda del FB que me prohíbe cosas a veces. Mi cariño y ternuras con varios de vosotros que me dais la vida, las ganas de vivir. Mi intenso deseo de que seáis felices siempre y, cuanto más, en estas fiestas que quiero con toda mi alma que vuestros seres queridos estén con vosotros.

Vale, ya está bien de mariconeo. Que a los tíos se os ponga dura como el turrón de Alicante y a la víboras que no piensen mucho en mí que sé que les pongo toas, toas toas (Jesulín de Ubrique).

Vale. Mucho langostino barato, pelín de carne quemada y besitos a tos que otros no van tener nada (Acordaros de ellos que a mí no se me olvidan).

16 de diciembre de 2011

Hoy, esta tarde, alguien me dijo otra vez que quería verme, abrazarme y darme sus más preciados tesoros. No conoció en su vida a otro hombre que yo y sé que la decepciono, que cuando ella espera todo de mí apenas soy capaz de darle una conversación que le sabe a poco, a muy poco.

Y no puedo más que hacer que soportar a mi alma que llora por ella, por su ausencia, por la mía ante ella, por ese hilo invisible que nos une en la distancia imposible que está siempre tenso, tirando el uno del otro y que sé que jamás se romperá y que algún día nos juntará otra vez.

Dicen que el tiempo todo lo cura y todo lo arregla. El problema, precisamente, tal vez sea el tiempo, mi tiempo, el suyo, dimensión mucho más imposible de superar que la distancia. Nos queda poco y el reloj nunca para, ni para ella ni para mí.

Esperanza, lágrimas, más esperanza, más lágrimas que se secan y se sigue esperando el momento oportuno y, mientras, mientras, la vida pasa para ella y para mí, y ese tic-tac imparable del reloj, de nuestros corazones, de nuestras vivencias…

El cenagal atrapa en su lodo los pies que quieren andar. Caminar se vuelve difícil, a veces imposible. Perdido el calzado se sigue a pies desnudos que sangran y, aún se sigue. El alma también sangra y se termina por llorar lágrimas de sangre y se sigue andando aun sabiendo que jamás se llegará, pero no por eso se dejará de intentar porque ella está allí esperando y es el mejor motivo de morir en un esfuerzo.

No soy el primero ni el último que decepciona, que pierde sin rendirse, que termina con el sentimiento de que ella creerá en el defraudo, aun así, sabiendo en esa posibilidad, jamás dejaré de quererla con toda mi alma hasta mi final, cuando llegue.

18 de diciembre de 2011

Desde aquí, en esta plaza pública, riño a mi hijo putativo, Cayetano, (que todo el mundo sabe que estoy enamorado de su madre y soy el primero en la lista de espera para cuando se separe) y le digo:

¡Caye, no seas malo! Modera tu lenguaje que una cosa es el sentir de nosotros, la nobleza, y otra que en estos tiempos modernos se diga tan a las claras. Recuerda lo que le pasó al pobre de Luis XVI, que el pueblo le quitó Francia, Navarra y la mismísima testa.

Hombre, ahora como somos más civilizados, lo más que nos van a quitar van a ser las fincas, pero sería una putada que lo hicieran porque seas un bocazas. Anda, modérate y monta mucho a caballo que dicen que viene muy bien para la “apóstata”

21 de diciembre de 2011

En este miércoles, cuya noche suena a navidad, a fiesta, a familia, a ocio agradable la gente, todos nosotros, nos sentimos festivos y, a la vez, un punto de nostalgia se nos va entremetiendo en el alma. Los que están malitos, los que nos faltan, los que nos gustaría que estuviesen, los que comen poco en sitios remotos y se mueren de hambre, los que necesitan un abrazo, los que quieren querer y no saben cómo hacerlo; aquellos ricos de la muerte que en esta fechas no saben qué hacer con tanto y su infelicidad también les es incontenible, aquéllos que mañana los bancos les echarán de su casa porque no supieron cómo pagar sus exigencias; los otros que tienen hijos y padres lejanos y no van a poder abrazarlos y otros aquellos que queriendo tener amor les fue negado por mor de quien no supo lo que se perdían, a todos ellos y al resto del mundo les deseo lo que cada uno se merece, que no es poco ni mucho pero sí lo justo.

Besos y abrazos a todos.

22 de diciembre de 2011

Yo es que no puedo con la vida de este facenosequédelamuerte. Estoy escribiendo y me salen cosas de gente que me dice cosas y no me da tiempo de atenderlas ni recomendarlas que lo yo quiero porque la yanopuedoconmimariconeríamismadelamuerte.

Si alguien madichoargoquemelorepliqueporlosclavosdermismocristo.

Más tarde…

Vale, soy imbécil. A pesar de ello, que los imbéciles somos capaces de algunas cosas, te mando cositas sin conocerte, que lo deseo. Quiero que recibas una caja grande, que tenga que llevártela un enorme camión y cuando llegue una enorme grúa tenga que descargarla.

Cuando la abras encontrarás un montón de cosas.

Encima, cubriendo todo, mi tristeza, que podrás fácilmente quitarla olvidándote de mí. A continuación mi conversación, que te aburrirá o divertirá o te hará llorar como ahora me hace a mí. Si eres curiosa, buscarás el fondo de la caja, que es allí donde me encuentro y tal vez te hará llorar o, tal vez, te hará feliz, que lo dudo. Besitos.

Todavía más tarde…

Por último y final de la noche os diré que no me pesan los muchos años que pasé trabajando para cuidar, mantener y pagar la educación de mis hijos. Tampoco me pesó mi inquietud por donde estaban a tales horas de tantas noches, sólo mi lucha con mi adrenalina y tantas y tantas vueltas en mi coche buscando (gilipollas de mí). Los quiero tanto que me duele el alma de quererlos y, hoy mismo, he tenido una lucha intestina con mi Marta, luchadora como pocas que me costó. Me encanta, en éstas nadie sale triunfador ni perdedor porque nadie quiere vencer por lo que todos ganamos y también gana nuestro amor, nuestro cariño.

Me alegra muchísimo que mi hija sea una luchadora, aunque también lo sea con su padre. Espero que se porte así con la vida con la que se enfrenta y, para ello, busque las armas adecuadas para su triunfo que, desde hace mucho en nuestra sociedad, son los papeles adecuados para que la sociedad te señale como capaz de ejercer determinados trabajos que, a lo mejor, no quieres ejercer pero que te compensarán por ellos.

Quiero a mi Marta más que a mi vida.

24 de diciembre de diciembre de 2011

Me preocupa dejar de ser niño y hacerme mayor porque tal vez pierda la ilusión en los Reyes Magos, porque tal vez entienda de la maldad de la gente y pierda afectos y amigos, porque tal vez mi casa se inunde de papeles de administraciones, juzgados y bancos, porque tal vez me siente a mirar fijamente a la enfermedad y a la muerte. No, bien pensado no quiero ser mayor nunca. Aquí me quedo con mis sueños y mis ilusiones, jugando a ser el adulto que nunca seré.

Más tarde…

Acabo de mirar la lotería que llevaba. No lo hice antes para estirar el dinero con más días de ilusión. Me ha tocado algo increíble, ese concepto abstracto de la nada más absoluta. Dinero no me han dado pero filosofía por un tubo (de dentífrico metido en todo el recto).

Todavía más tarde…

Bueno, me meto en cocina a empezar a organizar para mañana, que uno es pobre pero un desastre organizativococinero, por lo que, si quiero triunfar mañana, tengo que ponerle empeño y horas.

Reconozco también que a mis comensales, cuando prueban mis platos, se les caen unos lagrimones tremendos y les salen sin querer unos salmos cantados en arameo (que yo es que me meo) y luego son incapaces de comer en semanas porque ya nada les sabe bien. Alguno de ellos, incluso, ha necesitado ir meses a un clínica de desintoxicación de cocinadeluisdelamuerte, que los estoy haciendo ricos a los cabrones esos.

27 de diciembre de 2011

La diferencia entre la heterodoxia y la mariquitosis consiste sustancialmente en que si se padece la primera se pueden escribir libros sobre como curar la segunda que, hasta la presente, toda la humanidad siempre pensamos que era incurable.

28 de diciembre de 2001

Copiar y pegar o pensar y escribir, ese es el dilema facebooktoriodelamismamuerte. ¿Qué es más elevado para el espíritu, indagar en las profundidades del You Tube o tomar las armas intelectuales contra un piélago de repeticiones y, haciéndoles frente, acabar con ellas aún a costa de crear originales tonterías?

30 de diciembre de 2011

Mañana Nochevieja. Espero que comáis las uvas de una en una y en el ritmo y orden adecuados, que os conozco y lo soléis hacer mal. Las mujeres liga nueva y braguitas rojas que yo me pongo los calzoncillos de ese color. Comida pa´ potar, borracherón, los jovencitos dancing pa’ potar menos o más rápido, los mayores charleta superaburrida que al día siguiente recuerdas inteligente («¿qué yo repetí 20 veces a la vecina delante de su marido que tiene una cara interesante y un buen par de Everest? ¡Eso es mentira!»).

Pasadlo bien y llenad vuestra noche con todo lo que vuestra salud os permita, que las personas que os rodean seguro que le pondrán pegas.

31 de diciembre de 2011

Me voy a poner ya a preparar los preparatorios de las preparaciones para la cena de mañana. Por consiguiente lamento no poderos seguir atendiendo como os merecéis, es decir, con todo mi desprecio.

Sin merecéroslo, os diré mi menú:

Entrantes todos ibéricos de mi tierra y algo de patés del extranjero

1º. Sopa de marisqué avec fideos gordos

2º. Codillé de porqué aux salses de la mismísima col

3° Tortilla de patatas del terruñé

4° Redondé de la viande rellené de no sé qué

5° Varios que se me ocurrirán mañanamismo

6° Barra muy libre cubateratotal

 

 

4 respuestas a “Apuntes del 2011

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