Por: Elko Omar Vázquez Erosa

En esta ocasión presentamos una carta de mi abuelo, Rubén Omar Erosa Cantón a su padre, el reconocido arqueólogo José A. Erosa Peniche, quien acababa de perder a su hija Aurora, mejor conocida como Lolita (a la vez hermana de papá Rubén), quien dejara huérfanos a Gabriel (el más pequeño), Carmencita, Elia y Leyla Alzina Erosa:

 

Campeche, Camp. Diciembre 3 de 1946

Sr. José A. Erosa Peniche

Mérida, Yucatán

 

Querido papacito:

El día primero te tuve muy presente pero me fue imposible escribirte porque me encontraba en un pequeño poblado, Kastamay, donde no hay correos ni telégrafos; de todas maneras mis mejores deseos son que haciéndote de todo valor y analizando lo que es la vida te sobrepongas al dolor ya que somos impotentes para variar los designios naturales a que estamos sometidos desde que nacemos; tú, de corazón bien puesto, que en todos los actos de tu vida has demostrado rectitud a toda prueba, debes hacerte fuerte ante lo irremediable, ya que entregándote al dolor minas tu vida, preciosa para todos nosotros. La prueba dolorosa por la que pasamos, creo que después que tú, a nadie ha afectado más que a mí: herida tan profunda y dolorosa no puede cicatrizar en unos cuantos días.

Recibí tu carta y el giro de $5 para Gabrielito; también recibí carta de Gabriel y hoy mismo le contesto. Por indicación del medico le voy a aplicar 100,000 unidades de penicilina a Gabrielito por lo de su oído, que a pesar de la atención diaria el derecho solo está aliviado. Él está contento y tiene deseos de ir a pasar sus vacaciones de fin de año con ustedes; es muy probable que lo mande con Rubencito ya que solo no lo dejaría ir. Aunque está contento te quiero recomendar que en el supuesto caso que llegando a casa y viendo a sus hermanitas quisiera no regresar lo aconsejaras, pues no es por nada pero creo que es lo que más le conviene ya que yo puedo dedicarme con más tiempo a ellos y a él le gusta el estudio; por otra parte el control con que los tengo creo le sea necesario pues estaba acostumbrado a ciertas libertades que lo perjudicaban. Él se ha portado bastante bien, ya no sale a pasearse si no es con mi consentimiento y demuestra muchos deseos de ser algo en la vida; hasta ahorita el único castigo que ha sufrido fue un plantón colectivo de una hora; pero como salí a la calle Carmita se los suspendió a los 20 minutos; no fue por nada grave, sino a travesuras propias de la edad. Resulta que mientras Carmita y yo salimos un momento Roger estaba molestando a Rubencito, entonces entre todos lo amarraron en el segundo patio y lo bañaron con los correspondientes gritos y escándalo, llamando la atención del vecindario. En lo general él es el que se porta mejor que ninguno y en ningún momento ha indicado deseos de irse, antes al contrario dice que él vivirá con nosotros hasta que sea hombre (los chicos lo tratan muy bien). Respecto a los cinco pesos que trajo y los que le mandó mamá yo no se los he entregado, recibiendo la misma gastada que todos, y ya tiene la misma franqueza que los demas de pedirme cuando desea o necesita algo. No quiero mal acostumbrarlo a tener dinero en la bolsa y que lo gaste en porquerías. Le he comprado un fortificante y los medicamentos que no hay en Salubridad, un uniforme blanco, reglamentario en la escuela, y su traje deportivo; por otra parte va tres veces por semana al cine y el domingo lo mandé con Omar y Carmencita al circo ya que no tuve para todos; se ha vuelto el gran amigo de Omar ya que Rubencito sólo va el sábado en la noche al cine pues sus estudios no le dejan tiempo disponible.

Dile a Aurorita que recibió Carmita su carta y que de hoy a mañana se la contesta; bésala de mi parte, lo mismo que con todo cariño a mamacita Lancha y niñas.

Tanto de mi parte como de Carmita y niños recibe muchos besos y abrazos.

Tu hijo que mucho te quiere:

 

Rubén Omar Erosa Cantón